lunes, 9 de agosto de 2010

Realidades especiales



Mujer misteriosa, de aguas extrañas, te vuelves adicta cuando la noche es clara.
Soñas con la tierra vivis en el cielo, acariciaste la luz y le cantas al fuego.
Te encantan los vientos, calientes y fríos, de arriba hacia abajo y en todos los sentidos.
Te desprendes de lo físico, debajo de la sabana, usas un perfume que nadie más encarna
En el sol te volves rojiza, y me pregunto a dónde vas
Te quiero acompañar, romper todos mis huesos y ponerme a volar

1 comentarios:

Anónimo dijo...

despliega las alas y acompaña, que se hace buena compañía cuando se ama