La letra A pesaba en mis parpados.
La letra A sonaba a gritos, se repetía sobre mi cabeza, una onomatopeya agresiva, historieta de mi vida.
La letra A estaba dibujada, como por un infante, formaba un pequeño techo y yo me refugiaba en esa casita que ni profundidad para mi cuerpo tenia.
La letra A era de "antes", lo comprobé un día que espié las primeras paginas, y todavía seguías ahí, respirando despacio, durmiendo al principio del abecedario.
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